lunes, 10 de octubre de 2016

TRÍDUO A SANTA TERESA DE JESÚS



Señor nuestro Jesucristo, que por el amor que tenías a Santa Teresa, la encargaste que mirase por tu honra, porque tu honra es su honra y la tuya suya. Aquí nos tienes con deseos de complacerte consagrando este día a honrar a nuestra especial protectora Santa Teresa...


Oraciones para los tres días

Lector: Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen
Señor nuestro Jesucristo, que por el amor que tenías a Santa Teresa, la encargaste que mirase por tu honra, porque tu honra es su honra y la tuya suya. Aquí nos tienes con deseos de complacerte consagrando este día a honrar a nuestra especial protectora Santa Teresa de Jesús.
Todos: Acepta, Señor nuestra oración en satisfacción de los pecados cometidos, y en agradecimiento por todos los beneficios. Te pedimos por los méritos de Santa Teresa la conversión de lo pecadores, la perseverancia de los justo, y que sobre cada uno de nosotros se cumplan los designios amorosos de tu corazón.
Lector: Santa Madre Teresa de Jesús, que supiste dar gusto a todos, cuando vivías en el mundo, siendo por ello muy querida por cuantos te conocieron, ahora que vives en el cielo querrás favorecernos con mayor razón.
Todos: Por eso te pedimos confiados, que sepamos aprovecharnos de tu doctrina, para desear las cosas celestiales y despreciar lo que puede apartarnos del bien, viviendo como tu viviste y muriendo como tu, purificados por el amor de nuestro Dios y Señor.


Dia 1º
Amor de Santa Teresa a Jesús Sacramentado
Jesús en la Eucaristía es el regalo más maravilloso de Dios a los hombres, la manifestación de su corazón de Padre, el remedio de todos nuestros males. Se quedó con nosotros para no dejarnos solos y para transformarnos en El, se convirtió en alimento. Santa Teresa supo agradecer la presencia sacramental del Señor. Todos sus afanes consistieron en procurarle nuevos templos, y, sobre todo, en recibirle cada día con fe, pureza y amor.
¿Cuá es nuestro amor y agradecimiento a Jesús Sacramentado? ¿Estamos convencidos de que en El hallaremos todo, que es víctima por nuestros pecados, pan y fuerza, acción de gracias al Padre por sus beneficios? A pesar de nuestras miserias, acerquémonos a la Eucaristía y recibamos a Jesús, con gran amor, humildad y agradecimiento.

Día 2º
Amor de Santa Teresa a la Virgen María y a San José
María es el resumen de todas las gracias que una criatura puede recibir de Dios. Es Madre y una madre se desvive por el bien de sus hijos. Es virgen, y por eso comunica hermosura y pureza. El amor a María en santa Teresa fue uno de sus distintivos, después del que tuvo a Dios. A Ella acudió en las dudas, en las tentaciones, en los peligros, en los sufrimientos y en todos los momentos decisivos de su vida.
Y San José es el santo de la humildad, de la oración, del recogimiento, de la vida interior. El santo más amado y honrado de Dios, el que socorre en todas las necesidades, el que enseña a orar, para no errar en el camino del cielo. Santa Teresa quería que todos fueran devotos de San José, por la experiencia que tenía de los bienes que alcanza de Dios.


Día 3º
Humildad de Santa Teresa
La humildad es el conocimiento de nuestra miseria junto a una confianza grande en el Señor, que todo lo puede y nos quiere ayudar. La verdadera humildad no inquieta, ni turba, ni acongoja el alma, sino la dilata y hace más h.abil para servir a Dios. Comunica paz y sosiego. Engendra la generosidad y la confianza en Dios, porque no puede haber humildad sin amor, ni amor sin humildad. Santa Teresa entendió de verdad que sólo los pecados eran hierba de su huerta, y que al Señor debía todo el bien que obraba.

¿Somos humildes? ¿Estamos convencidos de que no podemos nada por nosotros mismos, pero que podemos cosas grandes apoyados en Dios? Imitemos a Santa Teresa que supo reconocer la verdad de las palabras de Cristo: "Sin Mi nada podeis hacer", junto con aquello de San Pablo:" Todo lo puedo en Dios que me conforta".